Probablemente hayas oído hablar de la Regla del 3:1, una forma de minimizar problemas de fase cuando se usa más de un micrófono. Sin embargo, el número 3 tiene mucho más que ofrecer en el mundo del audio y de la producción de música: puede usarse en estrategias de arreglo, toma de decisiones, e incluso en métodos de mezcla.
Si continúas leyendo, advertido quedas: el tres podría convertirse en tu nuevo número favorito.